de Juan José Arreola y de mi cámara... algún día le nacerá una flor, estoy seguro, a esta rana, a este sapo:






Salta de vez en cuando,








sólo para comprobar su radical estático.








El salto tiene algo de latido:








viéndolo bien, el sapo es todo corazón.
[...]





En su actitud de esfinge hay una secreta proposición de canje,
y la fealdad del sapo aparece ante nosotros con una abrumadora cualidad de espejo.

Reflexiones al vapor: Sobre Literatura y Cotidianidad


Como dedicados a la literatura hay ideas que no nos convienen que se crean. Por ejemplo, que el amor o matrimonio puede ser bello, que las relaciones entre personas son posibles y que la felicidad es alcanzable y estable. Entonces vamos buscando a los escritores que son decadentes y los convertimos en escritores de “lo cotidiano”, cuando auténticamente lo que narran o poetizan o dramaturgian son eventos extraordinarios. La propia literatura, la escritura de un libro, es decir un texto que sea artístico y literario, ya es un evento extraordinario, que no ocurre tan seguido. Si el tema es ‘la cotidianidad del matrimonio’ o ‘la ineludible infelicidad de los infelices’ es lo de menos, lo que ocurre y a lo que ocurrimos como lectores o espectadores del evento artístico es al arte, no las cotidianeces del mundo –de por sí y obvio- cotidiano. Pensar en la anécdota o en lo que cuenta un poema es igual a ver el Ciudadano Kane por la historia siempre y con final sorpresa y no por los acercamientos, tomas y deleitosos aspectos que Orson concibió –o reunió- para nosotros. Joyce no es genial por lo cotidiano narrado, sino por el mismo suceso de la escritura; es decir, y en palabras muy sencillas, porque hace literatura y no otra cosa, ni siquiera es una copia de la realidad, eso a nadie le importaría (aunque talvez a los idiotas). (La realidad no existe sino en ella, ni siquiera está en la cabeza). Y estas ideas, la diferencia entre literatura y vida, a menudo no queremos que se vean, que se crean, pues al aparecer y evidenciarse sabemos, ineludiblemente, que de especiales no tenemos nada los que leemos, los que nos acercamos a la literatura. Es, en fin, una formita más de ver la vida y la realidad, tan válida como cualquiera. (La fotito es de Beaton)

Sobre arte y vida


Desde luego que no es fácil, para nada, hacer arte. Se precisan ideas y, éstas, no cualquier hijo de mecánico (ja). Si usted llegó a los 30 -excluye a los pretendidos novelistas, claro- y no ha generado una idea brillante -o idea, así de simple- pues vea algunas otras opciones. Asimismo, si ha generado ideas que no se cristalizan, si su cuentos son malos, si sus poemas no son llamados a la publicación fuera de la edición de autor (ahora hay blogs) pues tenga confianza en otras habilidades de su persona. No se moleste y proponga: "no entienden mi arte", seguramante es usted chafa. Tampoco envidie: eso sólo distrae y no permite concentrarse en su propio trabajo pseudo-artístico, de formatos borrosos y con futuro -en el mejor de los caso- kitch. Y ya que estamos dando consejos, pues va el último: siéntase un vengador, que el mundo le pague las injusticias que se han cometido con usted, desde la novia que se merecía y no tuvo, hasta la misma habilidad artística que sus genes le negaron. Suena paradójico, pero quizá sólo así, a través del revanchismo social, naturalista o amoroso, haga nacer entre sus manos un pequeño edificio arquitectónico y no un cadáver descompuesto, cotidiano y anodino, lejano del ideal romántico y simbolista. Y así la vida, en fin...

Jodorowskyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy:

"No importa que la pregunta sea inteligente o necia, lo que importa es que la respuesta sea bella."

Espero, en el futuro, empezar a tener un poco de luz.

Se abre este blog.

Saludos a todos.